26. Los entregaré al poder de quienes atentan contra su vida, al poder de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de sus siervos. Luego Egipto será habitada como en los días de antaño —afirma el Señor—.
27. »Pero tú, Jacob siervo mío, no temas;no te asustes, Israel.Porque te salvaré de un lugar remoto;y a tu descendencia, del destierro.Jacob volverá a vivir en paz;estará seguro y tranquilo.
28. Tú, Jacob, siervo mío, no temas,porque yo estoy contigo—afirma el Señor—.»Aunque aniquile a todas las nacionespor las que te he dispersado,a ti no te aniquilaré.Te corregiré con justicia,pero no te dejaré sin castigo.»