23. En aquel día, allí donde hubo mil viñedos que costaban mil monedas de plata cada uno, no quedarán más que zarzas y espinos,
24. los cuales cubrirán toda la tierra. Sólo se podrá entrar allí con arco y flecha.
25. Y por temor a estos espinos y a estas zarzas, ya no irás a los cerros que antes se cultivaban con el azadón, pues se convertirán en lugares donde se suelta el ganado y corretean las ovejas.