14. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria.
15. Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella.
16. Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad.
17. Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único,
18. a pesar de que Dios le había dicho: «Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac.»