20. Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.
21. Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos.Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.
22. José y la familia de su padre permanecieron en Egipto. Alcanzó la edad de ciento diez años,
23. y llegó a ver nacer a los hijos de Efraín hasta la tercera generación. Además, cuando nacieron los hijos de Maquir, hijo de Manasés, él los recibió sobre sus rodillas.