Génesis 42:24-36 Nueva Versión Internacional (NVI)

24. José se apartó de ellos y se echó a llorar. Luego, cuando se controló y pudo hablarles, apartó a Simeón y ordenó que lo ataran en presencia de ellos.

25. José dio también la orden de que llenaran de alimentos sus costales, que repusieran en cada una de sus bolsas el dinero que habían pagado, y que les dieran provisiones para el viaje. Y así se hizo.

26. Entonces ellos cargaron el alimento sobre sus asnos y emprendieron el viaje de vuelta.

27. Cuando llegaron al lugar donde acamparían esa noche, uno de ellos abrió su bolsa para darle de comer a su asno, ¡y allí en la abertura descubrió su dinero!

28. Entonces les dijo a sus hermanos:—¡Me devolvieron el dinero! Miren, ¡aquí está, en mi bolsa!Los otros se asustaron mucho, y temblando se decían unos a otros:—¿Qué es lo que Dios nos ha hecho?

29. Al llegar a Canaán, donde estaba su padre Jacob, le contaron todo lo que les había sucedido:

30. —El hombre que gobierna aquel país nos trató con rudeza, a tal grado que nos acusó de ser espías.

31. Nosotros le dijimos: “Somos gente honrada. No somos espías.”

32. Además, le dijimos: “Somos doce hermanos, hijos de un mismo padre. Uno ya no vive, y el menor se ha quedado con nuestro padre en Canaán.”

33. »Entonces el hombre que gobierna aquel país nos dijo: “Con esto voy a comprobar si en verdad son gente honrada. Dejen aquí conmigo a uno de sus hermanos, y vayan a llevar alimento para calmar el hambre de sus familias.

34. Pero a la vuelta tráiganme a su hermano menor. Así comprobaré que no son espías, y que en verdad son gente honrada. Luego les entregaré de vuelta a su hermano, y podrán moverse con libertad por el país.”

35. Cuando comenzaron a vaciar sus costales, se encontraron con que la bolsa de dinero de cada uno estaba allí. Esto hizo que ellos y su padre se llenaran de temor.

36. Entonces Jacob, su padre, les dijo:—¡Ustedes me van a dejar sin hijos! José ya no está con nosotros, Simeón tampoco está aquí, ¡y ahora se quieren llevar a Benjamín! ¡Todo esto me perjudica!

Génesis 42