7. Luego, Lea y sus hijos hicieron lo mismo y, por último, también se inclinaron José y Raquel.
8. —¿Qué significan todas estas manadas que han salido a mi encuentro? —preguntó Esaú.—Intentaba con ellas ganarme tu confianza —contestó Jacob.
9. —Hermano mío —repuso Esaú—, ya tengo más que suficiente. Quédate con lo que te pertenece.