14. El tercero se llamaba Tigris, que corría al este de Asiria. El cuarto era el Éufrates.
15. Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara,
16. y le dio este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín,
17. pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás.»
18. Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.»