11. Miren que les escribo de mi puño y letra, ¡y con letras bien grandes!
12. Los que tratan de obligarlos a ustedes a circuncidarse lo hacen únicamente para dar una buena impresión y evitar ser perseguidos por causa de la cruz de Cristo.
13. Ni siquiera esos que están circuncidados obedecen la ley; lo que pasa es que quieren obligarlos a circuncidarse para luego jactarse de la señal que ustedes llevarían en el cuerpo.
14. En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo.
15. Para nada cuenta estar o no estar circuncidados; lo que importa es ser parte de una nueva creación.
16. Paz y misericordia desciendan sobre todos los que siguen esta norma, y sobre el Israel de Dios.