20. No tengo a nadie más que, como él, se preocupe de veras por el bienestar de ustedes,
21. pues todos los demás buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo.
22. Pero ustedes conocen bien la entereza de carácter de Timoteo, que ha servido conmigo en la obra del evangelio, como un hijo junto a su padre.