8. Tú, hijo de hombre, atiende bien a lo que te voy a decir, y no seas rebelde como ellos. Abre tu boca y come lo que te voy a dar.»
9. Entonces miré, y vi que una mano con un rollo escrito se extendía hacia mí.
10. La mano abrió ante mis ojos el rollo, el cual estaba escrito por ambos lados, y contenía lamentos, gemidos y amenazas.