8. Moisés tomó la sangre, roció al pueblo con ella y dijo:—Ésta es la sangre del pacto que, con base en estas palabras, el Señor ha hecho con ustedes.
9. Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y los setenta ancianos de Israel subieron
10. y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había una especie de pavimento de zafiro, tan claro como el cielo mismo.
11. Y a pesar de que estos jefes de los israelitas vieron a Dios, siguieron con vida, pues Dios no alzó su mano contra ellos.