5. Las aguas profundas se los tragaron;¡como piedras se hundieron en los abismos!
6. Tu diestra, Señor, reveló su gran poder;tu diestra, Señor, despedazó al enemigo.
7. Fue tan grande tu victoriaque derribaste a tus oponentes;diste rienda suelta a tu ardiente ira,y fueron consumidos como rastrojo.
8. Bastó un soplo de tu narizpara que se amontonaran las aguas.Las olas se irguieron como murallas;¡se inmovilizaron las aguas en el fondo del mar!
9. «Iré tras ellos y les daré alcance—alardeaba el enemigo—.Repartiré sus despojoshasta quedar hastiado.¡Desenvainaré la espaday los destruiré con mi propia mano!»