Ester 4:7-14 Nueva Versión Internacional (NVI)

7. Mardoqueo le contó todo lo que le había sucedido, mencionándole incluso la cantidad exacta de dinero que Amán había prometido pagar al tesoro real por la aniquilación de los judíos.

8. También le dio una copia del texto del edicto promulgado en Susa, el cual ordenaba el exterminio, para que se lo mostrara a Ester, se lo explicara, y la exhortara a que se presentara ante el rey para implorar clemencia e interceder en favor de su pueblo.

9. Hatac regresó y le informó a Ester lo que Mardoqueo había dicho.

10. Entonces ella ordenó a Hatac que le dijera a Mardoqueo:

11. «Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del reino saben que, para cualquier hombre o mujer que, sin ser invitado por el rey, se acerque a él en el patio interior, hay una sola ley: la pena de muerte. La única excepción es que el rey, extendiendo su cetro de oro, le perdone la vida. En cuanto a mí, hace ya treinta días que el rey no me ha pedido presentarme ante él.»

12. Cuando Mardoqueo se enteró de lo que había dicho Ester,

13. mandó a decirle: «No te imagines que por estar en la casa del rey serás la única que escape con vida de entre todos los judíos.

14. Si ahora te quedas absolutamente callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación para los judíos, pero tú y la familia de tu padre perecerán. ¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como éste!»

Ester 4