10. Lo halló en una tierra desolada,en la rugiente soledad del yermo.Lo protegió y lo cuidó;lo guardó como a la niña de sus ojos;
11. como un águila que agita el nidoy revolotea sobre sus polluelos,que despliega su plumajey los lleva sobre sus alas.
12. »Sólo el Señor lo guiaba;ningún Dios extraño iba con él.
13. Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierray lo alimentó con el fruto de los campos.Lo nutrió con miel y aceite,que hizo brotar de la roca;
14. con natas y leche de la manada y del rebaño,y con cebados corderos y cabritos;con toros selectos de Basány las mejores espigas del trigo.¡Bebió la sangre espumosa de la uva!