Deuteronomio 2:2-13 Nueva Versión Internacional (NVI)

2. Entonces el Señor me dijo:

3. “Dejen ya de andar rondando por estas montañas, y diríjanse al norte.

4. Dale estas órdenes al pueblo: ‘Pronto pasarán ustedes por el territorio de sus hermanos, los descendientes de Esaú, que viven en Seír. Aunque ellos les tienen miedo a ustedes, tengan mucho cuidado;

5. no peleen con ellos, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio, ni siquiera el lugar donde ustedes planten el pie. A Esaú le he dado por herencia la región montañosa de Seír.

6. Páguenles todo el alimento y el agua que ustedes consuman.’”

7. »Bien saben que el Señor su Dios los ha bendecido en todo lo que han emprendido, y los ha cuidado por todo este inmenso desierto. Durante estos cuarenta años, el Señor su Dios ha estado con ustedes y no les ha faltado nada.

8. »Así que bordeamos el territorio de nuestros hermanos, los descendientes de Esaú, que viven en Seír. Seguimos la ruta del Arabá, que viene desde Elat y Ezión Guéber. Luego dimos vuelta y viajamos por la ruta del desierto de Moab.

9. »El Señor también me dijo: “No ataquen a los moabitas, ni los provoquen a la guerra, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio. A los descendientes de Lot les he dado por herencia la región de Ar.”»

10. Tiempo atrás vivió allí un pueblo fuerte y numeroso, el de los emitas, que eran tan altos como los anaquitas.

11. Tanto a ellos como a los anaquitas se les consideraba gigantes, pero los moabitas los llamaban emitas.

12. Antiguamente los horeos vivieron en Seír, pero los descendientes de Esaú los desalojaron, los destruyeron y se establecieron en su lugar, tal como lo hará Israel en la tierra que el Señor le va a dar en posesión.

13. «El Señor ordenó: “¡En marcha! ¡Crucen el arroyo Zéred!” Y así lo hicimos.

Deuteronomio 2