Daniel 6:14-21 Nueva Versión Internacional (NVI)

14. Cuando el rey escuchó esto, se deprimió mucho y se propuso salvar a Daniel, así que durante todo el día buscó la forma de salvarlo.

15. Pero aquellos hombres fueron a ver al rey y lo presionaron:—No olvide Su Majestad que, según la ley de los medos y los persas, ningún decreto ni edicto emitido por el rey puede ser derogado.

16. El rey dio entonces la orden, y Daniel fue arrojado al foso de los leones. Allí el rey animaba a Daniel:—¡Que tu Dios, a quien siempre sirves, se digne salvarte!

17. Trajeron entonces una piedra, y con ella taparon la boca del foso. El rey lo selló con su propio anillo y con el de sus nobles, para que la sentencia contra Daniel no pudiera ser cambiada.

18. Luego volvió a su palacio y pasó la noche sin comer y sin divertirse, y hasta el sueño se le fue.

19. Tan pronto como amaneció, se levantó y fue al foso de los leones.

20. Ya cerca, lleno de ansiedad gritó:—Daniel, siervo del Dios viviente, ¿pudo tu Dios, a quien siempre sirves, salvarte de los leones?

21. —¡Que viva Su Majestad por siempre! —contestó Daniel desde el foso—.

Daniel 6