7. Yo les ruego, mujeres de Jerusalén,por las gacelas y cervatillas del bosque,que no desvelen ni molesten a mi amadahasta que ella quiera despertar.
8. ¡La voz de mi amado!¡Mírenlo, aquí viene!,saltando por las colinas,brincando por las montañas.
9. Mi amado es como un venado;se parece a un cervatillo.¡Mírenlo, de pie tras nuestro muro,espiando por las ventanas,atisbando por las celosías!
10. Mi amado me habló y me dijo:«¡Levántate, amada mía;ven conmigo, mujer hermosa!
11. ¡Mira, el invierno se ha ido,y con él han cesado y se han ido las lluvias!