13. Después de esto, Salomón bajó de la Tienda de reunión, que estaba en el santuario de Gabaón, y regresó a Jerusalén, desde donde reinó sobre Israel.
14. Salomón multiplicó el número de sus caballos y de sus carros de combate; llegó a tener mil cuatrocientos carros y doce mil caballos, los cuales mantenía en las caballerizas y en su palacio de Jerusalén.
15. El rey hizo que la plata y el oro fueran en Jerusalén tan comunes como las piedras, y que el cedro abundara como las higueras en la llanura.
16. Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Cilicia, donde los compraban los mercaderes de la corte.
17. Un carro importado de Egipto costaba seiscientas monedas de plata ; un caballo, ciento cincuenta. Además, estos carros y caballos se los vendían a todos los reyes hititas y sirios.