2. Como aún no se había construido un templo en honor del Señor, el pueblo seguía ofreciendo sacrificios en los santuarios paganos.
3. Salomón amaba al Señor y cumplía los decretos de su padre David. Sin embargo, también iba a los santuarios paganos para ofrecer sacrificios y quemar incienso.
4. Como en Gabaón estaba el santuario pagano más importante, Salomón acostumbraba ir allá para ofrecer sacrificios. Allí ofreció mil holocaustos;
5. y allí mismo se le apareció el Señor en un sueño, y le dijo:—Pídeme lo que quieras.