3. Pero Nabot le respondió:—El Señor prohíbe que yo le venda a Su Majestad lo que heredé de mis antepasados.
4. Acab se fue a su casa deprimido y malhumorado porque Nabot el jezrelita le había dicho: «No puedo cederle a Su Majestad lo que heredé de mis antepasados.» De modo que se acostó de cara a la pared, y no quiso comer.
5. Su esposa Jezabel entró y le preguntó:—¿Por qué estás tan deprimido que ni comer quieres?