23. Elías tomó al muchacho y lo llevó de su cuarto a la planta baja. Se lo entregó a su madre y le dijo:—¡Tu hijo vive! ¡Aquí lo tienes!
24. Entonces la mujer le dijo a Elías:—Ahora sé que eres un hombre de Dios, y que lo que sale de tu boca es realmente la palabra del Señor.