1 Reyes 12:3-10 Nueva Versión Internacional (NVI)

3. Cuando lo mandaron a buscar, él y toda la asamblea de Israel fueron a ver a Roboán y le dijeron:

4. —Su padre nos impuso un yugo pesado. Alívienos usted ahora el duro trabajo y el pesado yugo que él nos echó encima; así serviremos a Su Majestad.

5. —Váyanse por ahora —respondió Roboán—, pero vuelvan a verme dentro de tres días.Cuando el pueblo se fue,

6. el rey Roboán consultó con los ancianos que en vida de su padre Salomón habían estado a su servicio.—¿Qué me aconsejan ustedes que le responda a este pueblo? —preguntó.

7. —Si Su Majestad se pone hoy al servicio de este pueblo —respondieron ellos—, y condesciende con ellos y les responde con amabilidad, ellos le servirán para siempre.

8. Pero Roboán rechazó el consejo que le dieron los ancianos, y consultó más bien con los jóvenes que se habían criado con él y que estaban a su servicio.

9. —¿Ustedes qué me aconsejan? —les preguntó—. ¿Cómo debo responderle a este pueblo que me dice: “Alívienos el yugo que su padre nos echó encima”?

10. Aquellos jóvenes, que se habían criado con él, le contestaron:—Este pueblo le ha dicho a Su Majestad: “Su padre nos impuso un yugo pesado; hágalo usted más ligero.” Pues bien, respóndales de este modo: “Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre.

1 Reyes 12