6. —¿Qué es? —pregunté.—Es un canasto para medir grano —respondió— y está lleno con los pecados de los habitantes de todo el país.
7. Entonces fue levantada la pesada tapa de plomo del canasto y adentro había una mujer sentada.
8. El ángel dijo: «La mujer se llama Perversidad», y la empujó adentro del canasto otra vez y cerró la pesada tapa.
9. Entonces miré hacia arriba y vi a dos mujeres que volaban hacia nosotros, planeando con el viento. Tenían alas como de cigüeña, y recogieron el canasto y levantaron el vuelo.