13. —Espero continuar siendo de su agrado, señor —respondió ella—. Usted me consoló al hablarme con tanta bondad, aunque ni siquiera soy una de sus trabajadoras.
14. Después, a la hora de comer, Booz la llamó:—Ven aquí y sírvete de la comida. Puedes mojar tu pan en el vinagre.De modo que Rut se sentó junto a los cosechadores, y Booz le dio a comer grano tostado. Ella comió todo lo que quiso y hasta le sobró.
15. Cuando Rut regresó a trabajar, Booz ordenó a sus trabajadores:—Déjenla recoger espigas aun entre las gavillas, y no se lo impidan.
16. Además, arranquen de los manojos algunas espigas de cebada y déjenlas caer a propósito. ¡Permítanle recogerlas y no la molesten!
17. Así que Rut recogió cebada allí todo el día y, cuando la desgranó por la tarde, llenó toda una canasta.