31. Pero los hijos de Israel, que se esforzaron tanto en cumplir la ley para llegar a ser justos ante Dios, nunca lo lograron.
32. ¿Por qué no? Porque trataban de hacerse justos ante Dios por cumplir la ley en lugar de confiar en él. Tropezaron con la gran piedra en su camino.
33. Dios se lo advirtió en las Escrituras cuando dijo:«Pongo en Jerusalén una piedra que hace tropezar a muchos,una roca que los hace caer.Pero todo el que confíe en éljamás será avergonzado».