47. Cuando Bartimeo oyó que Jesús de Nazaret estaba cerca, comenzó a gritar: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!».
48. «¡Cállate!», muchos le gritaban, pero él gritó aún más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».
49. Cuando Jesús lo oyó, se detuvo y dijo: «Díganle que se acerque».Así que llamaron al ciego. «Anímate —le dijeron—. ¡Vamos, él te llama!».
50. Bartimeo echó a un lado su abrigo, se levantó de un salto y se acercó a Jesús.
51. —¿Qué quieres que haga por ti? —preguntó Jesús.—Mi Rabí —dijo el hombre ciego—, ¡quiero ver!
52. Y Jesús le dijo:—Puedes irte, pues tu fe te ha sanado.Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino.