38. Jesús les dijo:—¡No saben lo que piden! ¿Acaso pueden beber de la copa amarga de sufrimiento que yo estoy a punto de beber? ¿Acaso pueden ser bautizados con el bautismo de sufrimiento con el cual yo tengo que ser bautizado?
39. —Claro que sí —contestaron ellos—, ¡podemos!Entonces Jesús les dijo:—Es cierto, beberán de mi copa amarga y serán bautizados con mi bautismo de sufrimiento;
40. pero no me corresponde a mí decir quién se sentará a mi derecha o a mi izquierda. Dios preparó esos lugares para quienes él ha escogido.
41. Cuando los otros diez discípulos oyeron lo que Santiago y Juan habían pedido, se indignaron.
42. Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos.
43. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente,
44. y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá ser esclavo de los demás.
45. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».
46. Después llegaron a Jericó y mientras Jesús y sus discípulos salían de la ciudad, una gran multitud los siguió. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino.