Lucas 5:8-25 Nueva Traducción Viviente (NTV)

8. Cuando Simón Pedro se dio cuenta de lo que había sucedido, cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo:—Señor, por favor, aléjate de mí, soy demasiado pecador para estar cerca de ti.

9. Pues estaba muy asombrado por la cantidad de peces que habían sacado, al igual que los otros que estaban con él.

10. Sus compañeros, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, también estaban asombrados.Jesús respondió a Simón: «¡No tengas miedo! ¡De ahora en adelante, pescarás personas!».

11. Y, en cuanto llegaron a tierra firme, dejaron todo y siguieron a Jesús.

12. En una de las aldeas, Jesús conoció a un hombre que tenía una lepra muy avanzada. Cuando el hombre vio a Jesús, se inclinó rostro en tierra y le suplicó que lo sanara.—¡Señor! —le dijo—, ¡si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio!

13. Jesús extendió la mano y lo tocó:—Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano!Al instante, la lepra desapareció.

14. Entonces Jesús le dio instrucciones de que no dijera a nadie lo que había sucedido. Le dijo: «Preséntate ante el sacerdote y deja que te examine. Lleva contigo la ofrenda que exige la ley de Moisés a los que son sanados de lepra. Esto será un testimonio público de que has quedado limpio».

15. Sin embargo, a pesar de las instrucciones de Jesús, la noticia de su poder corrió aún más, y grandes multitudes llegaron para escucharlo predicar y ser sanados de sus enfermedades.

16. Así que Jesús muchas veces se alejaba al desierto para orar.

17. Cierto día, mientras Jesús enseñaba, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa estaban sentados cerca. (Al parecer, esos hombres habían llegado de todas las aldeas de Galilea y Judea, y también de Jerusalén). Y el poder sanador del Señor estaba presente con fuerza en Jesús.

18. Unos hombres llegaron cargando a un paralítico en una camilla. Trataron de llevarlo dentro a donde estaba Jesús,

19. pero no pudieron acercarse a él debido a la multitud. Entonces subieron al techo y quitaron algunas tejas. Luego bajaron al enfermo en su camilla hasta ponerlo en medio de la multitud, justo frente a Jesús.

20. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre: «Joven, tus pecados son perdonados».

21. Entonces los fariseos y los maestros de la ley religiosa decían para sí: «¿Quién se cree que es? ¡Es una blasfemia! ¡Solo Dios puede perdonar pecados!».

22. Jesús supo lo que pensaban, así que les preguntó: «¿Por qué cuestionan eso en su corazón?

23. ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados son perdonados” o “Ponte de pie y camina”?

24. Así que les demostraré que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados».Entonces Jesús miró al paralítico y dijo: «¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!».

25. Al instante, delante de todos, el hombre se levantó de un salto, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios.

Lucas 5