18. Yo exclamo: «¡Mi esplendor ha desaparecido!¡Se perdió todo lo que yo esperaba del Señor!».
19. Recordar mi sufrimiento y no tener hogares tan amargo que no encuentro palabras.
20. Siempre tengo presente este terrible tiempomientras me lamento por mi pérdida.
21. No obstante, aún me atrevo a tener esperanzacuando recuerdo lo siguiente:
22. ¡el fiel amor del Señor nunca se acaba!Sus misericordias jamás terminan.
23. Grande es su fidelidad;sus misericordias son nuevas cada mañana.
24. Me digo: «El Señor es mi herencia,por lo tanto, ¡esperaré en él!».
25. El Señor es bueno con los que dependen de él,con aquellos que lo buscan.
26. Por eso es bueno esperar en silenciola salvación que proviene del Señor.
27. Y es bueno que todos se sometan desde temprana edadal yugo de su disciplina:
28. que se queden solos en silenciobajo las exigencias del Señor.
29. Que se postren rostro en tierrapues quizá por fin haya esperanza.
30. Que vuelvan la otra mejilla a aquellos que los golpeany que acepten los insultos de sus enemigos.
31. Pues el Señor no abandonaa nadie para siempre.
32. Aunque trae dolor, también muestra compasióndebido a la grandeza de su amor inagotable.
33. Pues él no se complace en herir a la genteo en causarles dolor.
34. Si la gente pisoteaa todos los prisioneros de la tierra,
35. si privan a otros de sus derechos,desafiando al Altísimo,
36. si tuercen la justicia en los tribunales,¿acaso no ve el Señor todas estas cosas?