16. Así que Aod hizo una daga de dos filos, de unos treinta centímetros de largo, la ató a su muslo derecho y la escondió debajo de la ropa.
17. Luego le llevó el dinero del tributo a Eglón, quien era muy gordo.
18. Después de entregar el pago, Aod emprendió el regreso junto con los que le habían ayudado a llevar el tributo.
19. Pero cuando Aod llegó a donde estaban los ídolos de piedra, cerca de Gilgal, se regresó. Se presentó ante Eglón y le dijo: «Tengo un mensaje secreto para usted». Entonces el rey les ordenó a sus sirvientes que se callaran y que todos salieran de la habitación.
20. Así que Aod se acercó a Eglón, quien estaba sentado solo en una habitación fresca de la planta alta, y le dijo: «¡Tengo un mensaje de Dios para usted!». Cuando el rey Eglón se levantó de su asiento,