18. Oí a Israel decir:“Me disciplinaste severamente,como a un becerro que necesita ser entrenado para el yugo.Hazme volver a ti y restáurame,porque solo tú eres el Señor mi Dios.
19. Me aparté de Dios,pero después tuve remordimiento.¡Me di golpes por haber sido tan estúpido!Estaba profundamente avergonzado por todo lo que hice en los días de mi juventud”.
20. »¿No es aún Israel mi hijo,mi hijo querido? —dice el Señor—.A menudo tengo que castigarlo,pero aun así lo amo.Por eso mi corazón lo anhelay ciertamente le tendré misericordia.