Hechos 2:29-36 Nueva Traducción Viviente (NTV)

29. »Queridos hermanos, ¡piensen en esto! Pueden estar seguros de que el patriarca David no se refería a sí mismo, porque él murió, fue enterrado y su tumba está todavía aquí entre nosotros;

30. pero él era un profeta y sabía que Dios había prometido mediante un juramento que uno de los propios descendientes de David se sentaría en su trono.

31. David estaba mirando hacia el futuro y hablaba de la resurrección del Mesías. Él decía que Dios no lo dejaría entre los muertos ni permitiría que su cuerpo se pudriera en la tumba.

32. »Dios levantó a Jesús de los muertos y de esto todos nosotros somos testigos.

33. Ahora él ha sido exaltado al lugar de más alto honor en el cielo, a la derecha de Dios. Y el Padre, según lo había prometido, le dio el Espíritu Santo para que lo derramara sobre nosotros, tal como ustedes lo ven y lo oyen hoy.

34. Pues David nunca ascendió al cielo; sin embargo, dijo:“El Señor dijo a mi Señor:‘Siéntate en el lugar de honor a mi derecha,

35. hasta que humille a tus enemigosy los ponga por debajo de tus pies’”.

36. »Por lo tanto, que todos en Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, ¡Dios lo ha hecho tanto Señor como Mesías!».

Hechos 2