Hechos 16:28-35 Nueva Traducción Viviente (NTV)

28. pero Pablo le gritó: «¡Detente! ¡No te mates! ¡Estamos todos aquí!».

29. El carcelero pidió una luz y corrió al calabozo y cayó temblando ante Pablo y Silas.

30. Después los sacó y les preguntó:—Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

31. Ellos le contestaron:—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa.

32. Y le presentaron la palabra del Señor tanto a él como a todos los que vivían en su casa.

33. Aun a esa hora de la noche, el carcelero los atendió y les lavó las heridas. Enseguida ellos lo bautizaron a él y a todos los de su casa.

34. El carcelero los llevó adentro de su casa y les dio de comer, y tanto él como los de su casa se alegraron porque todos habían creído en Dios.

35. A la mañana siguiente, los funcionarios de la ciudad mandaron a la policía para que le dijera al carcelero: «¡Suelta a esos hombres!».

Hechos 16