Éxodo 32:16-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)

16. Estas tablas eran obra de Dios; cada palabra estaba escrita por Dios mismo.

17. Cuando Josué oyó el alboroto del pueblo, que gritaba desde abajo, exclamó a Moisés:—¡Parece que hay guerra en el campamento!

18. Pero Moisés respondió:—No, no son gritos de victoria ni lamentos de derrota. Oigo sonidos de celebración.

19. Cuando se acercaron al campamento, Moisés vio el becerro y las danzas, y ardió de enojo. Entonces tiró las tablas de piedra al suelo, las cuales se hicieron pedazos al pie del monte.

20. Tomó el becerro que habían hecho y lo quemó. Luego lo molió hasta hacerlo polvo, lo arrojó al agua y obligó a los israelitas a que la bebieran.

21. Por último, se dirigió a Aarón y le preguntó:—¿Qué te hizo este pueblo para que lo llevaras a caer en un pecado tan grande?

22. —No te disgustes tanto, mi señor —contestó Aarón—. Tú sabes bien qué mala es esta gente.

23. Ellos me dijeron: “Haznos dioses que puedan guiarnos. No sabemos qué le sucedió a ese tipo, Moisés, el que nos trajo aquí desde la tierra de Egipto”.

24. Así que yo les dije: “Los que tengan joyas de oro, que se las quiten”. Cuando me las trajeron, no hice más que echarlas al fuego, ¡y salió este becerro!

Éxodo 32