Éxodo 18:10-23 Nueva Traducción Viviente (NTV)

10. «¡Alabado sea el Señor! —exclamó Jetro—. Pues los rescató de los egipcios y del faraón. ¡Así es, rescató a Israel del poder de Egipto!

11. Ahora sé que el Señor es más grande que todos los demás dioses, porque rescató a su pueblo de la opresión de los egipcios arrogantes».

12. Luego Jetro, el suegro de Moisés, presentó una ofrenda quemada y sacrificios ante Dios. Aarón y todos los ancianos de Israel lo acompañaron a comer lo que fue ofrecido en sacrificio en presencia de Dios.

13. Al día siguiente, Moisés se sentó para oír los pleitos que los israelitas tenían unos con otros. Y el pueblo esperó a ser atendido delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.

14. Cuando el suegro de Moisés vio todo lo que él hacía por el pueblo, le preguntó:—¿Qué logras en realidad sentado aquí? ¿Por qué te esfuerzas en hacer todo el trabajo tú solo, mientras que el pueblo está de pie a tu alrededor desde la mañana hasta la tarde?

15. Moisés contestó:—Porque el pueblo acude a mí en busca de resoluciones de parte de Dios.

16. Cuando les surge un desacuerdo, ellos acuden a mí, y yo soy quien resuelve los casos entre los que están en conflicto. Mantengo al pueblo informado de los decretos de Dios y les transmito sus instrucciones.

17. —¡No está bien lo que haces! —exclamó el suegro de Moisés—.

18. Así acabarás agotado y también se agotará el pueblo. Esta tarea es una carga demasiado pesada para una sola persona.

19. Ahora escúchame y déjame darte un consejo, y que Dios esté contigo. Tú debes seguir siendo el representante del pueblo ante Dios, presentándole los conflictos.

20. Enséñales los decretos de Dios; transmíteles sus instrucciones; muéstrales cómo comportarse en la vida.

21. Sin embargo, elige, de entre todo el pueblo, a algunos hombres con capacidad y honestidad, temerosos de Dios y que odien el soborno. Nómbralos jefes de grupos de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas.

22. Ellos tendrán que estar siempre disponibles para resolver los conflictos sencillos que surgen entre el pueblo, pero los casos más graves te los traerán a ti. Deja que los jefes juzguen los asuntos de menor importancia. Ellos te ayudarán a llevar la carga, para que la tarea te resulte más fácil.

23. Si sigues este consejo, y si Dios así te lo ordena, serás capaz de soportar las presiones, y la gente regresará a su casa en paz.

Éxodo 18