10. Pues la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer no es como la de Egipto, de la cual saliste, donde tenías que plantar tus semillas y hacer zanjas de riego con los pies como si fuera un huerto.
11. En cambio, la tierra que pronto tomarás para ti es una región de colinas y valles, con lluvias abundantes;
12. una tierra que el Señor tu Dios cuida. ¡Él se ocupa de cuidarla en cada época del año!