12. ¡Sé valiente! Luchemos con valor por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios, y que se haga la voluntad del Señor».
13. Cuando Joab y sus tropas atacaron, los arameos comenzaron a huir.
14. Al ver que los arameos corrían, los amonitas huyeron de Abisai y retrocedieron a la ciudad. Terminada la batalla, Joab regresó a Jerusalén.
15. Al darse cuenta los arameos de que no podían contra Israel se reagruparon,