2 Crónicas 8:7-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)

7. En esa tierra todavía había habitantes que no eran israelitas, entre los cuales se encontraban hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos.

8. Todos ellos eran descendientes de las naciones que el pueblo de Israel no había destruido. Entonces Salomón les impuso trabajo forzado y los hizo parte de sus trabajadores, y en esa condición trabajan hasta el día de hoy;

9. pero Salomón no obligó a ningún israelita a ser parte de sus trabajadores, sino que los puso a su servicio como soldados, oficiales en su ejército, y comandantes y conductores de sus carros de guerra.

10. El rey Salomón también designó a doscientos cincuenta de ellos para que supervisaran a los trabajadores.

11. Salomón trasladó a su esposa, la hija del faraón, de la Ciudad de David al palacio nuevo que le había edificado, y dijo: «Mi esposa no debe vivir en el palacio del rey David, porque allí ha estado el arca del Señor y es tierra santa».

12. Luego Salomón presentó ofrendas quemadas al Señor sobre el altar que le había construido frente a la antesala del templo.

13. Ofrecía sacrificios para los días de descanso, los festivales de luna nueva y los tres festivales anuales —la Pascua, el Festival de la Cosecha y el Festival de las Enramadas— como Moisés había ordenado.

14. Para asignar las responsabilidades a los sacerdotes, Salomón siguió el reglamento de su padre David. También designó a los levitas para dirigir al pueblo en alabanza y para ayudar a los sacerdotes en sus tareas diarias. Designó porteros para cada puerta según sus divisiones, siguiendo las órdenes de David, hombre de Dios.

2 Crónicas 8