7. El asta de su lanza era tan pesada y gruesa como un rodillo de telar, con una punta de hierro que pesaba casi siete kilos. Su escudero iba delante de él.
8. Entonces Goliat se detuvo y gritó mofándose de los israelitas: «¿Por qué salen todos ustedes a pelear? Yo soy el campeón filisteo, pero ustedes no son más que siervos de Saúl. ¡Elijan a un hombre para que venga aquí a pelear conmigo!
9. Si me mata, entonces seremos sus esclavos; pero si yo lo mato a él, ¡ustedes serán nuestros esclavos!
10. ¡Hoy desafío a los ejércitos de Israel! ¡Envíenme a un hombre que me enfrente!».
11. Cuando Saúl y los israelitas lo escucharon, quedaron aterrados y profundamente perturbados.
12. Ahora bien, David era hijo de un hombre llamado Isaí, un efrateo de Belén, en la tierra de Judá. En ese tiempo Isaí era anciano y tenía ocho hijos.
13. Sus tres hijos mayores —Eliab, Abinadab y Simea— ya se habían unido al ejército de Saúl para pelear contra los filisteos.
14. David era el menor de los hijos. Sus tres hermanos mayores se quedaron con el ejército de Saúl,