1 Crónicas 29:1-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)

1. Luego el rey David se dirigió a toda la asamblea y dijo: «Mi hijo Salomón, a quien Dios evidentemente ha elegido para ser el siguiente rey de Israel, es aún joven y sin experiencia. El trabajo que él tiene por delante es enorme, porque el templo que construirá no es para simples mortales, ¡es para el Señor Dios!

2. Usando cada recurso a mi alcance, he reunido todo lo que pude para construir el templo de mi Dios. Así que hay suficiente oro, plata, bronce, hierro y madera, al igual que grandes cantidades de ónice y otras joyas costosas, y todo tipo de piedras finas y mármol.

3. »Ahora, debido a la devoción que tengo por el templo de mi Dios, entrego todos mis propios tesoros de oro y de plata para ayudar en la construcción. Esto es además de los materiales de construcción que ya he reunido para su santo templo.

4. Dono más de ciento dos mil kilos de oro de Ofir y doscientos treinta y ocho mil kilos de plata refinada para recubrir las paredes de los edificios

5. y para los demás trabajos en oro y plata que harán los artesanos. Ahora bien, ¿quiénes de ustedes seguirán mi ejemplo y hoy darán ofrendas al Señor?».

6. Entonces los jefes de familia, los jefes de las tribus de Israel, los generales y capitanes del ejército y los funcionarios administrativos del rey, todos ofrendaron voluntariamente.

7. Para la construcción del templo de Dios donaron alrededor de 170.000 kilos de oro, 10.000 monedas de oro, 340.000 kilos de plata, 612.000 kilos de bronce y 3.400.000 kilos de hierro.

8. También contribuyeron con gran cantidad de piedras preciosas, que se depositaron en el tesoro de la casa del Señor al cuidado de Jehiel, un descendiente de Gersón.

9. El pueblo se alegró por las ofrendas, porque había dado libremente y de todo corazón al Señor, y el rey David se llenó de gozo.

10. Luego David alabó al Señor en presencia de toda la asamblea:«¡Oh, Señor, Dios de nuestro antepasado Israel, que seas alabado por siempre y para siempre!

1 Crónicas 29