10. Tomé mi cayado Gracia y lo quebré para romper el pacto que yo había hecho con todos los pueblos.
11. En aquel mismo día fue roto el pacto; así los afligidos del rebaño que me observaban, conocieron que era la palabra del Señor.
12. Y les dije: "Si les parece bien, denme mi paga; y si no, déjenla." Y pesaron como mi salario treinta monedas de plata.
13. Entonces el Señor me dijo: "Arrójalo al alfarero (ese magnífico precio con que me valoraron)." Tomé pues, las treinta monedas de plata y las arrojé al alfarero en la casa del Señor.
14. Y quebré mi segundo cayado, Unión, para romper la hermandad entre Judá e Israel.
15. Y el Señor me dijo: "Toma otra vez los aperos de un pastor insensato.