1. Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado para siempre? ¿Por qué se enciende Tu ira contra las ovejas de Tu prado?
2. Acuérdate de Tu congregación, la que adquiriste desde los tiempos antiguos, La que redimiste para que fuera la tribu de Tu heredad, Y de este Monte Sion donde has habitado.