6. Las compuertas de los ríos se abren, Y el palacio se llena de terror.
7. Está decretado: La reina es despojada y deportada, Y sus sirvientas gimen como palomas, Golpeándose el pecho.
8. Aunque Nínive era como estanque de aguas desde la antigüedad; Ahora ellos huyen. "¡Deténganse! ¡Deténganse!" Pero nadie se vuelve.
9. ¡Saqueen la plata! ¡Saqueen el oro! No hay límite a los tesoros, A las riquezas de toda clase de objetos codiciables.
10. ¡Vacía está! Sí, desolada y desierta. Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan; Hay también angustia en todo el cuerpo, Y los rostros de todos han palidecido.