19. "¿No les dio Moisés la Ley, y sin embargo ninguno de ustedes la cumple? ¿Por qué Me quieren matar?"
20. La multitud contestó: "¡Tienes un demonio! ¿Quién Te quiere matar?"
21. Jesús les respondió: "Una sola obra hice y todos se admiran.
22. Por eso Moisés les ha dado la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres), y en el día de reposo ustedes circuncidan al hombre.
23. Y si para no violar la Ley de Moisés un hombre recibe la circuncisión aún en el día de reposo, ¿por qué están enojados conmigo porque sané por completo a un hombre en el día de reposo?
24. No juzguen por la apariencia, sino juzguen con juicio justo."
25. Entonces algunos de Jerusalén decían: "¿No es Este al que procuran matar?
26. Y vean, habla en público y no Le dicen nada. ¿No será que en verdad los gobernantes reconocen que Este es el Cristo (el Mesías)?
27. Sin embargo, nosotros sabemos de dónde es Este; pero cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es."
28. Jesús entonces, mientras enseñaba en el templo, exclamó en alta voz: "Ustedes Me conocen y saben de dónde soy. Yo no he venido por decisión propia, pero Aquél que Me envió es verdadero, a quien ustedes no conocen.
29. Yo Lo conozco, porque procedo de El, y El Me envió."
30. Procuraban, pues, prender a Jesús; pero nadie Le echó mano porque todavía no había llegado Su hora.
31. Pero muchos de la multitud creyeron en El, y decían: "Cuando el Cristo venga, ¿acaso hará más señales (milagros) que las que Este ha hecho?"
32. Los Fariseos oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de El. Entonces los principales sacerdotes y los Fariseos enviaron guardias para que Lo prendieran.
33. Pero Jesús dijo: "Por un poco más de tiempo estoy con ustedes; después voy a Aquél que Me envió.
34. Me buscarán y no Me hallarán; y donde Yo esté, ustedes no pueden ir."
35. Decían entonces los Judíos entre sí: "¿Adónde piensa irse Este que no Lo podamos encontrar? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión entre los Griegos y enseñar a los Griegos?