1. Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en las cosas que a Dios se refieren, para presentar ofrendas y sacrificios por los pecados.
2. Puede obrar con benignidad (compasión) para con los ignorantes y extraviados, puesto que él mismo está sujeto a flaquezas.
3. Por esa causa está obligado a ofrecer sacrificios por los pecados, tanto por sí mismo como por el pueblo.