Ezequiel 37:7-13 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

7. Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego un estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.

8. Y miré que había tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no había espíritu en ellos.

9. Entonces El me dijo: "Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y dile al espíritu: 'Así dice el Señor Dios: "Ven de los cuatro vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos, y vivirán."'"

10. Y profeticé como El me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un enorme e inmenso ejército.

11. Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: 'Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos.'

12. Por tanto, profetiza, y diles: 'Así dice el Señor Dios: "Voy a abrir sus sepulcros y los haré subir de sus sepulcros, pueblo Mío, y los llevaré a la tierra de Israel.

13. Y sabrán que Yo soy el Señor, cuando abra sus sepulcros y los haga subir a ustedes de sus sepulcros, pueblo Mío.

Ezequiel 37