33. Pero alguien disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo al cochero: "Da la vuelta y sácame de la batalla pues estoy gravemente herido."
34. La batalla arreció aquel día, y el rey de Israel fue sostenido en el carro frente a los Arameos hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.