8. Y ahora ustedes intentan resistir al reinado del Señor que está en manos de los hijos de David, porque son una gran multitud y tienen con ustedes los becerros de oro que Jeroboam les hizo por dioses.
9. ¿No han echado fuera ustedes a los hijos de Aarón, y a los sacerdotes del Señor, y a los Levitas, y se han hecho sacerdotes como los pueblos de otras tierras? Cualquiera que venga a consagrarse con un novillo y siete carneros, aun éste puede llegar a ser sacerdote de los que no son dioses.
10. Pero en cuanto a nosotros, el Señor es nuestro Dios, y no Lo hemos abandonado; y los hijos de Aarón sirven al Señor como sacerdotes, y los Levitas en sus funciones.
11. Y cada mañana y cada tarde ellos queman holocaustos e incienso aromático al Señor; y el pan está colocado sobre la mesa limpia, y el candelabro de oro con sus lámparas para ser encendidas cada tarde. Porque nosotros guardamos la ordenanza del Señor nuestro Dios, pero ustedes Lo han abandonado.