11. Sino que en efecto les escribí que no anduvieran en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador. Con esa persona, ni siquiera coman.
12. Pues ¿por qué he de juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgan ustedes a los que están dentro de la iglesia ?
13. Pero Dios juzga a los que están fuera. Expulsen al malvado de entre ustedes.