1. ¡Reúnanse, estén atentos, gente desvergonzada!
2. Háganlo cuando aún hay tiempo, antes de que comience el juicio de Dios y ustedes desaparezcan como si fueran paja llevada por el viento; antes de que caiga sobre ustedes la gran cólera del SEÑOR y el día terrible de su castigo comience.
3. Ustedes, los humildes del país, los que aun procuran vivir de acuerdo a las instrucciones del SEÑOR, practiquen la justicia y vivan con humildad. Quizá así puedan ser salvados el día en que el SEÑOR desate su castigo.
4. Gaza, Ascalón, Asdod y Ecrón, ciudades filisteas, también serán castigadas y dejadas en completa desolación.
5. ¡Pobre de ti, Filistea, que vives en la costa y en la tierra de Canaán, porque el castigo del SEÑOR también te alcanzará, de modo que serás destruida y ninguno de tus habitantes quedará con vida!
6. Las tierras de la costa se convertirán en praderas, en campo de pastores y de rediles de ovejas.
7. Allí será reubicado el pequeño grupo de sobrevivientes de Judá. Reposarán en las casas abandonadas de Ascalón. Y es que el SEÑOR Dios visitará a su pueblo con su misericordia y nuevamente restaurará su prosperidad.
8. «He oído las burlas de Moab y de Amón, que insultaban a mi pueblo e invadían su territorio.
9. Por lo tanto, el SEÑOR todopoderoso ha jurado que Moab y Amón serán destruidas como lo fueron Sodoma y Gomorra, y sus lugares quedarán tan devastados que parecerán campos de espinales, minas de sal donde nada crece y sólo reina eterna desolación. Los que queden de mi pueblo les quitarán sus bienes y se apoderarán de su tierra».